lunes, 17 de octubre de 2016

¿ES EL DINERO LA RAÍZ DE TODOS LOS MALES?

          En estos tiempos obscuros e inciertos en que las personas contemplan su presente y su posible futuro económico con gran preocupación, existen aún aquellos que cargan la creencia de que el dinero es malo, pues aprendieron de padres y abuelos que la ambición y el amor al dinero son la raíz de toda degradación moral humana. 
     Argumentan que por dinero la gente es capaz de matar, robar, traicionar, secuestrar, traficar drogas, defraudar y prostituirse, ya sea simbólica o literalmente. Este sistema de creencias, en parte verdadero, oculta el hecho de que la mayoría de las personas no desea caer en dichos extremos y prefiere luchar honestamente para generar una riqueza y prosperidad legítimas de las cuales enorgullecerse con razón. 
     En realidad el dinero no es malo ni bueno, no más que la persona que lo detenta y los fines para los que lo utilice. Con dinero se puede hacer mucho mal pero también mucho bien.
     Una cosa es cierta: Es muy difícil que una persona llegue a producir riqueza si piensa que el dinero es malo. Este blog ha sido creado para las personas que consideran que no hay nada intrínsecamente malo en desear una situación económica más holgada en la cual se esté en posibilidad de proporcionar una mejor calidad de vida a las demás personas y a sí mismo.
     Recordemos que el dinero no es un fin, sino un medio para lograr las más altas metas de desarrollo humano y crecimiento personal.


            En este sitio encontrarás información detallada sobre los distintos caminos para generar abundancia en nuestras vidas. Aquí compartiremos ideas productivas, información relevante, artículos, descargaremos libros electrónicos, audiolibros, videos, encontraremos cursos gratuitos, en fin, todo recurso compartible y descargable relacionado a los secretos de la riqueza, creados, descubiertos y/o aplicados por los más exitosos miembros de la especie humana de todos los tiempos, pero sobre todo de ESTOS tiempos, ahora y aquí. Y no temas, nadie tendrá que vender su alma. Las puertas a la abundancia están a un decreto de distancia para abrirse. ¡Yo decreto abundancia, prosperidad y riqueza! Pasa...